Una joven estadounidense que nació con una enfermedad extremadamente rara, que la mantuvo como una niña de dos años toda su vida, murió a los 20 años de edad.
Brooke Greenberg, cuyo extraño trastorno es conocido como Síndrome X, generó expectativa entre los científicos sobre la posibilidad de resolver el secreto del envejecimiento.
La joven tenía la capacidad mental de un niño de un año y pesaba alrededor de siete kilos.
En los primeros años de su vida la pequeña tuvo varias emergencias médicas como úlceras de estómago, un aparente derrame cerebral y un inexplicable letargo que la hizo dormir una vez durante dos semanas.
En determinado momento le diagnosticaron un tumor cerebral y su familia comenzó los preparativos para el funeral, cuando de repente abrió los ojos y los médicos no pudieron detectar la existencia de ningún tumor.
A los 16 años, Brooke aún tenía algunos dientes de leche, viajaba en auto en un asiento de bebé y solía pasear en cochecito con su familia.
Murió de una enfermedad pulmonar el cual causo su muerte.
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